Uno de los momentos más difíciles al publicar un post es elegir bien el título del mismo. Muchas preguntas surgen en nuestra mente ¿Llamará la atención? ¿Será reflejo fiel de los que expongo a continuación en el artículo?
Mucho ya se ha escrito acerca de cómo debe ser un título de un post. Algunos expertos dicen que tiene que ser Creativo, Llamativo, o Corto, que sintetice lo que expondrás en el texto.
Otros agregan que deben contener las palabras clave principales, para que los buscadores lo posicionen y los lectores lo encuentren. Y algunos han ido más allá y dicen que debe ser Transgresor y Llamar la Atención para que el lector haga click en él.
Uno de los blogs que leo con asiduidad es el Blog de Amalio Rey y en uno de sus últimos posts critica el afán de bloguers y periodistas de usar títulos amarillistas para sus artículos. Él expone algunos ejemplos conocidos o no, en los que el titular no tenía nada que ver con lo escrito por el bloguer u otras veces su argumento decía todo lo contrario a lo que ponía en el título.
Todos sabemos que el periodismo amarillista ha existido y seguirá existiendo. Muchos periódicos o programas de televisión utilizan muy a menudo los titulares graciosos, dramáticos o exagerados para llamar la atención del espectador, y que éste se interese en ver la noticia o el reportaje.
Existe tanta información en la Red y tantas fuentes, que algunos bloggers quieren llamar la atención con estos titulares amarillistas.
Podemos entender que cada uno de ellos tiene diferentes y variados objetivos, como llevar tráfico a su blog, vender algún producto o denunciar algún hecho. Pero no comparto el hecho de poner títulos llamativos porqué sí, sin motivo alguno, porque muchos lectores (entre los que me incluyo) pueden sentirse heridos, engañados o pensar que han perdido el tiempo clickeando en ese enlace. Muchas veces me ha pasado ver un titular muy bueno en Twitter o en Facebook, y hacer click en él y ver que no era lo que yo esperaba. Aveces me he reído, pero otras he sentido que he perdido el tiempo. Y a continuación pensar en que, lo que comparta esa persona no Retweetearé nada más, porque no vale la pena los contenidos que sugiere.
Pero también ese bloguer puede recibir, como consecuencia de un título «desafortunado», comentarios negativos o que su credibilidad decaiga. Y no creo que quiera que ocurra eso.
En definitiva, creo que hay que ser coherentes con lo que escribimos, por respeto a la persona que ha abierto ese enlace y que está interesado en lo que tengamos que decir. Porque todos queremos que vuelva a visitar nuestro blog y que nos recomiende. ¿No es así?
La Del Fondo 
Muy buen post Gabriela 🙂
Gracias Jose, me alegra que os guste lo que escribo.
Es la dichosa manía que tenemos de «normalizar» las tareas en Social Media. Siempre que escribo un artículo, escribo primero el contenido. Para ello, tú ya sabes, hace falta un momento de inspiración, encontrarse suelto con las palabras, los sentimientos y claridad de ideas.
Pues bien, como eso se produce cuando se escribe el contenido, siempre, y digo siempre, va a aparecer en la mente un título adecuado, acorde con lo escrito y lo suficientemente interesante para atraer la atención sobre la lectura y no sobre las ganas de hacer un RT desmedido, subjetivo y, como muy bien dices, peligroso.
Enhorabuena por el artículo.
Un saludo,
Julio
¡Muchas Gracias Julio! Y cuanta verdad en tus palabras!
La verdad que este es el último paso cuando creas una entrada en el blog. Muchas veces me paso más tiempo pensando qué palabras y cómo enfocar el titulo frente a escribir, en sí, el cuerpo del post. Es difícil y estoy de acuerdo con todo lo que has escrito en tu blog.
Enhorabuena por tu artículo Gabriela!
Un abrazo,
PC
Gracias Pablo por leer mi post y por compartir mis ideas. Si que es complicado elegir el título, hay veces que los cambio varias veces antes de publicarlo porque no estoy convencida 100%.
Que tengas un muy buen día.
Gabriela